El sistema de gestión de stock clasificado como WMS (Warehouse Management System), orientado a la gestión de depósitos, posee características enfocadas en el control de la gestión logística, gestionando todas las operaciones internas del depósito, manteniendo la trazabilidad de cada proceso realizado dentro de la operación, coordinando los operadores para que realicen el mejor manejo de los artículos almacenados, y proporcionando de esta forma una significativa ganancia de agilidad en la operación, además de confiabilidad en la ejecución de los procesos y acceso a información para la toma de decisiones. ¿Pero cómo elegir un buen sistema de WMS? El secreto para el éxito está, en este caso, dividido en dos etapas iniciales: la primera, la definición del alcance operativo; y la otra, el análisis técnico de adherencia de la herramienta ofrecida. Realizar un relevamiento de las necesidades junto con las áreas involucradas en recibir el WMS como sistema de control del proceso logístico es la primera de las dos etapas, y una muy importante, ya que en ese momento las referidas necesidades de operación deben ser bien definidas, adecuándose tanto como sea posible a la realidad del negocio, para que cualquier empresa responsable de ofrecer e implementar el WMS pueda entender a fondo las peculiaridades de la operación y confrontar las necesidades de requisitos con las funcionalidades disponibles en el WMS. Estas necesidades, llamadas particularidades de operación, hacen que cada proyecto sea único, diferente a todos los demás. Esto es lo que constituye la flexibilidad de la herramienta de WMS, es decir, su capacidad de ajustarse a estas particularidades, un factor importante para el éxito del proyecto. La segunda etapa, el análisis técnico de la herramienta de WMS, implica analizar la plataforma de sistemas a partir de la cual el WMS fue desarrollado, computando el costo para la implementación de nuevas funcionalidades y correcciones, eventuales actualizaciones futuras, etc. En ese momento, es muy importante poder evaluar técnicamente cómo estará, por lo menos en los cinco años posteriores, la disponibilidad de profesionales especialistas en la herramienta a partir de la cual el WMS fue desarrollado, ya que muchas de las herramientas existentes en el mercado poseen lenguajes de desarrollo de las décadas de los 80 y 90, lo cual dificulta (y mucho) el concepto de operación en la nube, existiendo además la necesidad de personalizaciones. También en esta segunda etapa, es preciso estudiar todas las funcionalidades que el WMS presenta, verificando cuáles deben ser parametrizadas o desarrolladas para atender el alcance del proyecto. Un detalle muy importante, asimismo, es definir para el WMS qué es personalización y qué es parametrización, lo cual queda abierto al administrador del sistema, y qué queda disponible como configuración dentro de ese sistema, pudiéndose modificar la forma de tratamiento del WMS en un determinado control apenas con un toque de pantalla en el dispositivo móvil, o un clic en el mouse. Algunos WMS, más maduros tecnológicamente a lo largo del tiempo, dispensan la personalización y solo necesitan parametrizaciones y configuraciones, lo que permite que la implementación del proyecto sea mucho más rápida y económica. Este es el caso de la herramienta arMHAzena®, perteneciente a MHA. Por ser totalmente parametrizable, arMHAzena® puede recibir mantenimientos futuros con la mayor facilidad, y evolucionar constantemente como herramienta, adaptándose con rapidez a nuevos conceptos y operaciones logísticas. Por su parte, otras herramientas de WMS, creadas para atender una única operación logística – generalmente son sistemas que nacieron dentro de empresas enfocadas en una única operación –, poseen características no muy amigables, siendo necesaria mucha personalización para que la herramienta de WMS finalmente se ajuste al nuevo ambiente de necesidad, convirtiendo al sistema en un “patchwork” y encareciendo el proyecto, tanto en el momento de la ejecución como en upgrades futuras. Finalmente, además de todos estos factores, que deben ser tomados en cuenta para desarrollar un proyecto exitoso, hay también otros puntos que conviene analizar, tales como la experiencia y cualificación de la empresa responsable del sistema, el conocimiento del equipo de implementación sobre la herramienta, la metodología adoptada en la ejecución del proyecto, así como la amplitud del conocimiento general de la empresa sobre todos los detalles involucrados en el proyecto, como etiquetas de identificación, impresoras de código de barras, tecnología wireless, colectores de datos, equipamientos de voz, RFID, interfaces, entre otros. Póngase en contacto con MHA y reciba una consultoría de análisis en su proyecto de WMS.
